Este sábado 10 de mayo se vivió una emocionante final de la liga cadete de la Comunidad de Madrid en el Cerro del Telégrafo, donde nuestra Escuela se enfrentó a Alcobendas Royal Oaks Knights en un duelo lleno de intensidad, emoción y espíritu competitivo. Aunque el marcador final favoreció a los visitantes con un 30-44, nuestros cadetes ofrecieron una auténtica lección de carácter, entrega y capacidad de reacción, especialmente en una segunda mitad que mantuvo en vilo a todos los asistentes, aficionados y autoridades presentes en la grada.
La primera mitad del encuentro resultó cuesta arriba para la Escuela. El equipo acusó los nervios del inicio, algo habitual en este tipo de citas decisivas, y cometió varios errores no forzados que fueron aprovechados eficazmente por Knights, quienes mostraron gran intensidad y acierto. El parcial de 0-24 al descanso reflejaba un panorama complicado, pero ni mucho menos definitivo.
Lo verdaderamente destacable llegó tras el paso por vestuarios. Lejos de venirse abajo, los jugadores dirigidos por Juan Antonio Escobar demostraron su madurez y temple. Con una actitud totalmente renovada, Osos salió al campo con una mentalidad combativa, ajustando su juego y mostrando una versión muy superior a la de la primera parte. La defensa se hizo más sólida, el ataque comenzó a encontrar ritmo y llegaron las anotaciones que pusieron presión sobre el conjunto rival.
La reacción de Osos fue tan contundente que durante varios momentos de la segunda mitad el marcador llegó a estar en un margen peligroso para Alcobendas. El equipo local firmó una remontada parcial que llegó a poner en duda el resultado final y obligó a los visitantes a emplearse a fondo hasta el último minuto. La intensidad, el empuje y la garra de los jóvenes jugadores de Rivas fueron dignos de una final, dejando claro que el marcador no refleja la historia completa del encuentro.
Si bien el título no se quedó en casa, demostramos ser un rival de enorme nivel, con talento, actitud y un gran futuro por delante. La evolución del equipo durante el partido habla del gran trabajo realizado por el coaching staff y de la resiliencia de unos jugadores que nunca bajaron los brazos.
Una final que, sin duda, deja un sabor agridulce, pero también la satisfacción de haberlo dado todo y la certeza de que este grupo tiene aún mucho que ofrecer en los próximos retos. Con actuaciones como la de esta segunda mitad, la Escuela de Osos se consolida como uno de los referentes del fútbol americano juvenil en la Comunidad de Madrid.